En las elecciones europeas celebradas el pasado 25 de mayo, la formación política liderada por Pablo Iglesias, Podemos, obtuvo 5 escaños en el Parlamento Europeo gracias a los 1.245.948 votos de los ciudadanos españoles que han confiado en un partido político con solo cuatro meses de vida que ha conseguido algo que, en un principio, nadie esperaba. Personalmente, no comparto algunas de las medidas que esta formación política pretende aplicar, más que nada porque, a mi parecer, son medidas que se basan en un exceso de populismo. Si me pedís que me sitúe en el espectro político, me coloco claramente en la izquierda, aunque esto es, obviamente, muy relativo. Digo esto porque, aunque me identifico con las intenciones de Podemos, he de reconocer que muchas de sus medidas son muy difíciles de aplicar hoy en día y otras quizás no sean la mejor manera de huir de la crisis económica que llevamos sufriendo estos años.
A pesar de todo esto, todos tenemos que reconocer que los resultados de Podemos son realmente increíbles y que, en beneficio para todos, han conseguido «asustar» al bipartidismo que llevamos sufriendo desde hace ya bastantes años. En España necesitamos un cambio político fuerte, que asegure las necesidades básicas de todos los ciudadanos y que nos ayude a salir de este bache. Con los resultados obtenidos por Podemos en estas elecciones, empiezo a creer que la gente se está dando cuenta de que el bipartidismo no es la única salida y eso me alegra muchísimo. Pese a no sentirme totalmente identificado con las medidas que propone esta formación, he de decir que el cambio está empezando a llegar a este país gracias a ellos y que esto hará que los principales partidos (PSOE y PP) se pongan las pilas ante lo que les espera.
Con este resultado electoral de Podemos, se está empezando a plantear un frente de izquierdas formado por los principales partidos de esta parte del espectro (Izquierda Unida, Podemos, Equo…) con el cual conseguir derrotar al bipartidismo, con un programa común. En mi opinión, es un planteamiento difícil en un principio (por las discrepancias y la fragmentación que sufre la izquierda) pero, sin duda, necesario. Conseguir aunar el voto de la izquierda en una sola formación permitiría realmente crear una amenaza para los partidos que han llevado a este país a una situación realmente preocupante.
En definitiva, no cabe duda de que deberemos prestar gran atención a las elecciones futuras, puesto que en ellas observaremos realmente si estamos cerca del fin de este bipartidismo y la renovación del espectro político español.